PILULO

El pilulo es un espectáculo de fantasmas que se presenta durante los días de carnaval. Desde la medianoche hasta las dos de la mañana, estos fantasmas caminan tocando instrumentos como pincollas, bombos, charangos y guitarras. Sin embargo, en ese preciso momento, desaparecen de repente, como si la tierra se los tragase.

También existe la figura del pilulo de forma individual. En este caso, se trata de un joven seductor que conquista a las mujeres con palabras dulces y halagos. Engañadas por las promesas que les hace, las mujeres lo siguen sin darse cuenta de que atraviesan barrancos y precipicios como si fueran llanuras. Se les presenta un hermoso paisaje, con avenidas bordeadas de flores y árboles llenos de aves que entonan melodías extrañas y singulares. Sin embargo, cuando llegan a un lugar alejado de la población, el pilulo abusa de la ingenua mujer, causándole un placer exagerado que en ocasiones resulta en una enfermedad grave o incluso la muerte. Al despertar de su trance, la víctima se encuentra a menudo en medio de barrancos o bosques oscuros, de los cuales a veces ya no puede escapar, y perece debido a la desesperación.

El pilulo no siempre es de género masculino, también puede presentarse como una mujer de extraordinaria belleza, semidesnuda, mostrando sus encantadoras formas. Ante esta seductora imagen, el cautivado no puede resistirse y sigue a la mujer, quien le sonríe desde los abismos de los barrancos. Allí, se entrega al placer que puede resultar en su muerte o en una enfermedad agotadora que degenera en anemia.

Aquellos perseguidos por el pilulo a veces enloquecen, mientras que otros no sufren ningún daño aparente. Cuando una persona resiste las caricias del pilulo, se dice que muchos pilulos se reúnen y lo arrastran a la fuerza o lo golpean con látigos hasta que la víctima cae rendida por el cansancio.