DANAE Y PERSEO

Mitologia foto artistica al estilo leonardo davinci

Mito Griego

Primera parte: LA PROFECÍA DE LA PITONISA

Acrisio gobernaba como rey de Argos y tenía una única hija llamada Dánae. Sin embargo, Acrisio anhelaba fervientemente tener un hijo varón.

Decidió acudir a la Pitonisa, una reconocida adivina, y le consultó: "¿Llegará el día en que tenga un hijo varón?".

La Pitonisa respondió de manera desalentadora: "No, Acrisio. Nunca serás padre de un hijo varón, pero tu nieto será quien te mate y gobierne en Argos".

Esta profecía sumió a Acrisio en un profundo temor, lo que lo llevó a encerrar a Dánae en una prisión sin puertas ni ventanas.

El poderoso dios Zeus observaba a Dánae desde lo más alto del firmamento y se enamoró profundamente de su belleza.

Una noche, Zeus se transformó en una lluvia dorada y visitó a Dánae en su prisión.

De este encuentro divino, Dánae quedó embarazada y poco después dio a luz a un hermoso y fuerte bebé varón al que llamó Perseo.

Sin embargo, el destino cruel de la profecía se manifestó cuando Acrisio escuchó llorar al bebé Perseo.

La certeza de la Pitonisa se hizo evidente: ¡Acrisio tenía un nieto varón! Atormentado por el temor que le producía la profecía, Acrisio ordenó que tanto Dánae como el pequeño Perseo fueran arrojados al mar dentro de un cofre de madera.

Durante días, el cofre flotó a merced del mar, desafiando tormentas y enormes olas, hasta que finalmente llegaron a una playa en el reino de Polidectes.

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